jueves, febrero 09, 2006

...POR GILIPOLLAS

Extracto de un articulo publicado en 1998 por Arturo Perez Reverte en la revista EL SEMANAL
Hay gilipollas y gilipollas. Quiero decir que hay tontos del haba congénitos, de pata negra, que no lo pueden evitar por mucho empeño y buena voluntad que le echen al asunto. Individuos e individuas que si se presentaran a un concurso de gilipollas serian descalificados en el acto, por gilipollas. Gente cuya naturaleza biológica incluye una gilipollez de modo perfectamente natural, como la de otros incluye tener los ojos azules o alergia al pescado. O sea, gente de esa que llega la enfermera y le dice al padre que esta fumando en el pasillo: "Enhorabuena, ha tenido usted un gilipollas de tres kilos seiscientos gramos"

Como ven, hablo de gilipollas que no pueden evitar serlo, hasta el punto de que algunos, de puro chorras, llegan a caer bien. Uno los ve, los oye y se dice: "Es simpatico este imbecil". Sin embargo hay otra variedad más común, más de andar por casa. Más ordinaria. Hablo del gilipollas vocacional: del que se esfuerza a diario por avanzar paso a paso en el perfeccionamiento de una gilipollez, a la que aspira con entusiasmo. Esos gilipollas aficionados dan lugar a un fenómeno que podríamos definir como pseudo-gilipollez o variante hortera de aquella. Lo malo es que, a diferencia de la otra, perfectamente localizada en lugares y medios especializados de las Españas, esta última te la encuentras en la vida diaria, a la vuelta de la esquina, contaminándolo todo.
Cuanta razon lleva usted Don Arturo........

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